Fuego interior (microficción)
Después de la devastación de especies que se desarrolló como consecuencia de la tercera guerra mundial, la vida se sostuvo con una amplia variedad de mutaciones genéticas. En ese ámbito de permanentes cambios solo sobrevivieron quienes mejor se adaptaron, entre ellos los insectos. Predominó uno cuyas larvas semejan ser vegetales. Los herbívoros las ingieren y una vez que se combinan con los jugos gástricos se activa la metamorfosis. Así, la nueva especie comienza a devorar a sus presas desde el interior. © Marcelo Tittaferrante. Autor del libro: Crea climas y te lloverán los ojos.